GOLDEN SAKURA
Comenzé esta pieza sin saber como terminaría, dejándome llevar por el proceso.
Hace un par de años ya, hice un viaje a Washington DC, donde tuve la suerte de ver el punto de floración máxima de los cerezos justo antes de irme. Era uno de los elementos en mi “bucket list” (en Japón… Pero DC está mucho más cerca) y la emoción era enorme aún al estar de regreso.
Comenzamos a hacer las flores con vidrio fusionado, agregando enameles mezclados para lograr un rosa, y resultó muy complicado mantener el mismo color durante todas las quemas, por lo que hicimos algunas con enamel dorado. Resultaron aún mejor de lo que pensé, así que hicimos toda una producción: algunas muy cerradas, unas intermedias y otras totalmente abiertas.
Después de un laaargo tiempo, regresé al proyecto y decidí darles un tallo y ramas con alambre de latón. Nunca había hecho nada parecido a esto pero logramos darle el “twist” necesario, usando mucha fuerza y cuidado para no trozarlo.
La clienta que finalmente se lo llevó a su casa me comentó dónde le gustaría ponerlo, y de esta manera fue como decidí finalmente integrar las bases de piedra de basalto, esculpidas por el maestro Victor Cocula, quien siempre hace que resalte el vidrio con la belleza del trabajo que realiza.
Actualmente, ambas piezas ya están en su hogar permanente.
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