La idea de usar cráneos para hacer arte, es algo que llevaba años ya rondando en mi cabeza. Sin embargo, no tomó forma hasta que mi, ahora esposo, en aquel entonces novio, me enseñó un cráneo limpio que tenía por ahí arrumbado. Se lo pedí como regalo (jaja cada quien pide cosas distintas; a mí me gustan las cosas muertas al parecer) y dejé volar la imaginación.

Me llenó una gran fascinación por ver como lo muerto cobraba vida y se renovaba. Como el vidrio estático sobre los cráneos, parecía estar a punto de moverse en cualquier momento. Las mariposas de varias de estas piezas significan transformación, y reflejan esa transición entre vida y muerte.

Las 11 rosas sobre del cráneo “Monochrome: Day of the dead” son una referencia al onceavo mes, donde los mexicanos celebramos el día de los muertos, cuya finalidad es honrar a nuestros seres queridos, aún cuando ya no están con nosotros.

Las serpientes en la 3er pieza, también son símbolo de renovación o renacimiento. Están hechas con técnica de molde único, pero en su interior, hay un esqueleto de latón encapsulado. Fue un verdadero reto lograr las formas, ya que se ajustan al cráneo perfectamente.

Éstas piezas son las primeras de una serie que está en proceso y que me gustaría exhibir en el futuro.

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